Aprendiendo estoy, pero no puedo dejar de pensar en lo egoísta que soy. Escribir es lo único que me queda, letras al azar describiendo lo que soy y lo que siento. Lo más gracioso es que ni quiera soy fan de mi escritura, para mi es mundana e insaciable, todos los días tengo que escribir para no caer en un abismo de concreto duro y frió. Cuando te sientes caer y nadie te puede ayudar, por más que grites nadie te escuchara. Solo pido un respiro, uno calmado, uno con paz. No se desde cuando no se me hace fácil respirar, cerrar los ojos y tener tranquilidad. Quiero que mi corazón siga latiendo... pero también quiero dejar atrás este sufrimiento. Espero el día en que ya no aguante, y por fin mi corazón descanse. No volveré a caer en un abismo, e iré hacia lo desconocido. Solo así podre ser realmente feliz.
-María Fernanda Hernández Romano
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